Kawasaki Z1000 2010

2004… ese es exactamente el año en que comenzó la aventura de la familia Z para Kawasaki. La 750 y la 1000 se repartieron el mercado de los roadster deportivos, para alegría de los aficionados.

Tras el enorme éxito comercial que conocemos hoy en día y un rediseño básico en 2007, la hermana mayor ofrece para 2010 una nueva cara, un nuevo bloque motor, un nuevo bastidor y muestra un fuerte deseo de no dejarse caer en la aceleración por los pequeños amigos…

Para comprobar si la Z1000 2010 cuenta con todas las bazas necesarias para conseguirlo, el concesionario de motos de segunda mano Crestanevada aprovechó para rodar con la moto durante tres días bajo un cielo muy triste. En efecto, después de la nieve que nos obligó a cancelar una cita anterior, fue la lluvia la que nos siguió durante los 220 kilómetros de esta prueba.

No es necesariamente una buena idea llevar esta Z a sus límites, pero los pocos rayos de sol y los tramos de carretera secos nos permitieron exprimir el cable del acelerador.

Antes de comer algún bollo y unos litros de agua en la última generación de la Z, es imprescindible poner la moto en «pausa» para repasar todos los detalles y atenciones que hacen de esta nueva Z una auténtica novedad. Un rápido recorrido por la moto conmigo…

En comparación con el modelo del año pasado, las diferencias son numerosas y saltan a la vista como una pulga en un perro. Desde los primeros segundos, se nota que la cara de la Z1000 ya no está a la altura de la antigua, que casi parecería una monja en un día de iglesia.

Radical, picante, malvado, enfadado, no faltan palabras para expresar lo que se siente con sólo ver su dulce rostro. Mirarla a los ojos es intimidante. Sus anchas ópticas, las tomas del radiador sobredimensionadas, el colosal casco envolvente y las branquias laterales imponen respeto desde el principio. Hay que decir que en la categoría de bulldog de dientes largos, sería la reina…

Detrás del parabrisas, hay un nuevo velocímetro totalmente digital e inclinable (¡sí!). Incluye un velocímetro, un tacómetro con gráficos, un cuentakilómetros, dos cuentakilómetros parciales, un indicador de combustible y un reloj. Falta un indicador de marcha. Una vez que lo has probado, es difícil prescindir de él…

Pero continuemos la visita. En el centro de la máquina, Kawasaki ha hecho algo original. Como puede ver, el asiento está diseñado como un cobertizo para serpientes. Pero tranquilicemos a los amantes de Brigitte Bardot, sólo se trata de un simple estampado sobre una tela sintética.

Bajo el asiento del piloto, encontramos un producto ya visto en Kawa. La Z1000 2010 ha tomado los genes de la ZX-10R y le ha dado un toque deportivo. El chasis y el cuatro en línea están estrechamente relacionados con la Superbike de la marca. Va a ser deportivo…

Pero antes de escurrir la mano derecha, la parte trasera de la moto es la opuesta a la delantera. Fino, ligero, aireado, sin obstáculos. Lo único que lamentamos es el portaplacas que aumenta el peso de la moto -y no la protege de las salpicaduras-, pero disfrutaremos de la luz trasera de LEDs rojos.

Por último, la Z1000 2010 monta un par de sublimes llantas de cinco radios que combinan a la perfección la pintura negra mate, los bordes de las llantas pulidos y los estribos mecanizados. Esto no sólo ahorra al propietario muchas horas de trabajo (para pulir…), sino que también da al roadster japonés un aspecto inimitable.