Informe de conducción Suzuki Jimny 1.5 AllGrip

La leyenda del todoterreno asequible sigue viva. En la forma del nuevo Suzuki Jimny. El pequeño enano con tracción a las cuatro ruedas es lo que un día fue la Clase G. Un coche sencillo con la capacidad de llegar donde de otro modo realmente dolería. Y sin embargo, incluso totalmente equipado, el Suzuki Jimmy cuesta sólo una fracción de la (nueva) Clase G. ¿Vives en Madrid y necesitas un buen coche ocasión? En el concesionario Crestanevada de coches de segunda mano Madrid, encontrarás el coche de tus sueños al mejor precio.

La receta todoterreno se mantiene intacta

La receta está prácticamente intacta. Bastidor en escalera, eje rígido delante y detrás, tracción total seleccionable y sin concesiones. Esto último, en particular, sigue siendo criticado en la nueva Clase G. Además, con una anchura de algo menos de 1,70 m (sin retrovisores), el Jimmy está prácticamente hecho para encontrar nuevos caminos. Al lado de un Clase G, el japonés parece una «media ración», lo que además tiene la ventaja de que cabe por huecos mucho más pequeños, por ejemplo entre los árboles.

Impresión de conducción del Suzuki Jimny 1.5 AllGrip

El eje trasero está accionado por un motor de gasolina de 4 cilindros sin sobrealimentación con 102 CV (130 Nm). Con un fuerte tirón de la palanca de la tracción total, es posible pasar de 2H a 4H. La caja de cambios intermedia añade el eje delantero. Un nuevo empujón hacia atrás cambia de 4H a 4L, lo que significa que la reducción todoterreno está disponible y el Jimny ya no tiene límites. Por esta forma tan rústica de «activar» la tracción total en solitario, el pequeño se merece una medalla. Lo claramente opuesto a «suave».

Con al menos 205 milímetros de altura libre al suelo (VA: 215 mm; HA: 210 mm), «colinas y valles» son sólo un lunes cansado. Los demás valores todoterreno también muestran hasta dónde puede llegar el pequeño. Quizás el único límite que tiene el Jimny es la tracción. Cuando se adentra en la densa maleza y le exiges todo al japonés, funciona, pero por encima de eso no hay más reservas de potencia. Si vas en serio, el Jimny te acompañará hasta el amargo final, pero nunca debes subestimarte.

Fuera del asfalto, el Suzuki Jimny no se siente incómodo, pero tampoco como en casa. Las ventajas fuera de la carretera son igualmente las desventajas en la carretera asfaltada. Todo es áspero, bacheado, indirecto, blando y le gusta balancearse un poco. A velocidades normales de autopista, tienes que esforzarte un poco más que en los SUV modernos para evitar que una ráfaga de viento te despiste.